Justo en época de exámenes finales en los colegios, el “decano” tuvo que rendir uno bastante complicado por la Copa de la Liga, la complejidad no era tanto por el rival, se sabe, después de una semana complicada como la que tuvo Atlético tras la derrota con Deportivo Riestra, tenía que vencer y convencerse a sí mismo, para recién pararse en un campo de juego.
La llegada de Diego Barrado descomprimió un vestuario que venía a los tumbos, con cinco entrenamientos, el ex volante fue claro: “Van a jugar los que mejor estén”, anticipó y cumplió. El resultado: cinco cambios. Afuera Francisco Flores, Joaquín Pereyra, Nicolás Castro, Nicolás Servetto y Mateo Bajamich; adentro viejos conocidos en el “decano”: Agustín Lagos, Adrián Sánchez, Justo Giani, Marcelo Estigarribia y Mateo Coronel. Curiosamente, los cinco que ingresaron fueron de lo mejor del equipo. Sin el capitán Joaquín Pereyra, que piensa en la MLS (por estas horas la transferencia quedó en stand by) el que llevó la cinta y la voz de mando en el campo fue Guillermo Acosta, que hasta hace tres fechas estaba borrado por la dupla.
A pesar de todos estos contratiempos, el equipo manejó el ritmo del partido casi siempre. Con un Giani muy activo, el volante se mostró siempre como nexo entre el medio y la delantera del equipo. Coronel intentó ser importante en el ataque, pero casi siempre decidió mal en la puntada final. Estigarribia aportó el sacrificio de siempre, pero sigue enemistado con el bendito gol, que sigue negándosele al “decano”.
Era una prueba de fuego, si bien no brilló, con muy poco le alcanzó al equipo de Barrado para hacer el mejor partido jugando de visitante en la copa. Mereció ganar, hasta hubo polémica con el gol anulado a Giani, sin embargo, hay que aclarar que el partido fue bastante mediocre, con situaciones para los dos, pero más por errores del rival que por virtudes propias. La más clara para “CC” fue por una pérdida de Nicolás Romero que intentó salir jugando del área, que para suerte del catamarqueño, José Devecchi terminó neutralizando.
Los primeros 25 minutos del partido ilusionaron, pero cuando el reloj marcaba la mitad del primer tiempo, las piernas de los tucumanos parecieron decir basta. La humedad en la noche santiagueña hizo lo suyo también, pero el equipo desde lo físico, nunca se pudo recuperar y eso que Barrado estuvo los 90 minutos alentando a sus dirigidos desde la línea de cal.
Como si se tratara de un alumno que se llevó varias materias para las mesas de febrero/marzo, el “decano” tendrá que rendir otros dos exámenes que tendrán un condimento extra, el público en el Monumental. ¿Cómo lo recibirán los hinchas? ¿Estará Facundo Sava en la platea? Estas preguntas se empezarán a resolver el sábado, cuando el “decano” reciba a Vélez, lo cierto es que anoche, el equipo de Barrado rindió su examen y la nota no fue más que un 5, le alcanzó para aprobar, pero deberá prepararse mejor para lo que viene. Al menos actitud hubo y eso ya es un avance, anoche el palo (un remate de larga distancia de Lagos) y el VAR, impidieron que la nota mejore, pero hay esperanzas.